miércoles, 26 de marzo de 2008

Endorfinas a MILLÓN!!!

CAMINAR ES EL MEJOR EJERCICIO DEL MUNDO, MEJOREMOS NUESTRA CALIDAD DE VIDA!!!

Ahora me permito traer una reseña sobre uno de los beneficios que CAMINAR aporta a nuestro equilibrio bio-químico:
LA PRODUCCIÓN DE LAS ENDORFINAS:
LA DROGA DE LA FELICIDAD!!!

¿Sabías que su organismo es capaz de segregar una droga cientos de veces más fuerte que la heroína o la morfina?
¿Y que esta droga es totalmente natural y carece de efectos secundarios?
¿Sabías que la gente se droga para obtener a alto precio los mismos estados que podría alcanzar y gratuitamente a través de las endorfinas?

Las endorfinas, poderosos analgésicos bioquímicos segregados por el cerebro, constituen uno de los descubrimientos científicos más importantes de este siglo. El masaje, los deportes, la música y, sobre todo, hacer lo que nos viene en gana, hace que fabriquemos endorfinas. El flujo correcto de éstas a través de nuestro organismo nos hace sentir bien.

La felicidad es un estado bioquímico que todos podemos alcanzar, y las endorfinas son la droga que nos lo proporciona.


Las endorfinas, también llamadas hormonas de la felicidad, son sustancias químicas producidas por el propio organismo estructuralmente muy similares a los opioides (opio, morfina, heroína) pero sin sus efectos negativos. Se calcula que hay alrededor de 20 tipos diferentes de endorfinas distribuidas por todo el cuerpo, parte de ellas están localizadas en la glándula pituitaria y son las encargadas de hacer posible la comunicación entre las neuronas. Estos químicos naturales producen una fuerte analgesia, estimulan los centros de placer del cerebro creando situaciones satisfactorias que contribuyen a eliminar el malestar y disminuir las sensaciones dolorosas. Cuando sentimos dolor las endorfinas actúan como analgésicos endógenos inhibiendo la transmisión del dolor al cerebro.

Las endorfinas son producidas por el organismo en respuesta a múltiples sensaciones, entre la que se encuentra el dolor y el estrés, también influye en la modulación del apetito, la liberación de hormonas sexuales y el fortalecimiento del sistema inmunitario. Cuando sentimos placer estas sustancias químicas se multiplican y envían mensajes a nuestro cerebro a los linfocitos y a otras células responsables de la defensa de virus y bacterias que invaden el organismo. Las endorfinas tienen una vida muy corta ya que son eliminadas por determinadas enzimas que produce el organismo. Es una medida para mantener el equilibrio de nuestro cuerpo y no ocultar señales de alarma.

Existen varias formas para estimular la producción de endorfinas, dentro de las que se destacan:
El estrés derivado del ejercicio físico provoca un aumento de la cantidad de endorfinas presente en sangre y en el líquido encefalorraquídeo. Se retrasa la fatiga lo que produce una sensación de vitalidad y bienestar.
Las caricias, besos y abrazos estimulan la descarga de endorfinas, además de feromonas, hormonas que aumentan el atractivo de la persona y cautivan a la pareja. La combinación de estas dos hormonas produce una situación de intenso placer, durante y después de la relación sexual.
La risa tiene una notoria influencia sobre la química del cerebro y del sistema inmunitario, por eso es la mejor fuente de endorfinas. Basta con esbozar una sonrisa para que nuestro cuerpo comience a segregar endorfinas especialmente encefalinas.
El contacto con la naturaleza nos llena de energía y buen humor. La atmósfera que se respira en el campo o la playa cargada de iones negativos estimula las hormonas de la felicidad.
Cuando nuestra mente esta relajada las endorfinas se segregan con mayor facilidad y en mayor cantidad. Es muy recomendable practicar relajación, yoga y tai-chi.
El masaje provoca grandes descargas de bienestar, ya que las terminaciones nerviosas trasmiten el roce de las manos sobre la piel hasta el cerebro activando la secreción de hormonas de la felicidad.
La música melódica provoca una importante liberación de endorfinas, consiguiendo una disminución de la frecuencia cardiaca y respiratoria así como una importante relajación muscular.


Estas “moléculas de la felicidad” constituyen un puente entre mente, emociones y cuerpo, y favorecen de un modo natural, inocuo, autónomo y muy barato los mecanismos internos de curación. También inciden en nuestra capacidad para disfrutar de la vida y afrontar con optimismo las vicisitudes diarias, con un efecto de “ida y vuelta”: el buen humor promueve la producción de endorfinas, y éstas a su vez promueven el buen humor. Es una auténtica botica de “medicina natural interna” cuyo estímulo, afortunadamente, depende en gran medida de cada uno.

Las endorfinas recompensan lo que es bueno para la salud, el bienestar y la armonía, o el mantenimiento de la especie: el amor, el sexo, la lactancia materna, comer. Es un sistema que premia la “creación de lazos” ya sean amorosos, amistosos, familiares o sociales.

Fuentes:
http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=1646 http://www.holistika.net/salud/articulos/endorfinas_la_droga_legal.asp





Bioquímica

Los péptidos opioides:

Incluyen tres tipos de compuestos: Endorfinas, dinorfinas y encefalinas, que se unen a diferentes receptores distribuidos en el sistema nervioso central. Los opiáceos endógenos juegan un papel importante durante la respuesta al estrés, actuando sobre la hipófisis posterior y el sistema de la hormona gonadotropina. Así las dinorfinas y encefalinas inhiben la liberación de oxitocina, mientras que las B- endorfinas inhiben la secreción de vasopresina. Además la estimulación de la CRF por los opiáceos inhibe la liberación de la gonadotropina, manifestándose clínicamente con amenorrea y alteración de la fertilidad, síntomas que se han detectado en algunas mujeres expuestas a situaciones de intenso estrés psicológico.


Los opiáceos endógenos se derivan de tres precursores:

Preproopiomelanocortina, preproencefalina A y preprodinorfina. La proopiomelanocortina, presente sobre todo en la adenohipófisis, posee las secuencias para la corticotropina y la hormona estimulante de los melanocitos; además de las secuencias de aminoácidos para los opiáceos lipotropina, ß-endorfina y endorfina. Por consiguiente, la hipófisis libera simultáneamente corticotropina y ß-endorfina como respuesta a diversos factores estresantes.

De la proencefalina A se derivan los péptidos metionina y leucina; esta preproencefalina se localiza en médula suprarrenal, cerebro, tubo digestivo y ganglios simpáticos. La prepordinorfina está presente en cerebro, médula espinal y tubo digestivo, y su segmentación origina la síntesis de neo-ßendorfina y dinorfina. Así, los opiáceos endógenos son compuestos diversos que se sintetizan en numerosos sitios corporales.

Además de su actividad analgésica, los opiáceos endógenos tienen efectos cardiovasculares, metabólicos y de modulación neuroendocrina. Sus acciones cardiovasculares abarcan el efecto hipotensivo de ß-endorfinas y morfinas y el hipertensivo de encefalinas. Siendo más potente la acción de la ß-endorfina que la morfina.

Las propiedades neuroendocrinas de los opiáceos incluyen aumento de la liberación de catecolaminas de la médula suprarrenal por la ß-endorfina, potenciación de la acción de corticotropina en la corteza suprarrenal e inhibición de la liberación hipofisiaria de la propia corticotropina.

Los efectos metabólicos de los opiáceos se han descrito principalmente con relación al metabolismo de los carbohidratos. La hiperglicemia después de la administración de morfina está bien corroborada, además de que se han señalado datos similares con la administración central de ß-endorfina. Por añadidura, esta última, que no parece tener efecto directo en la captación de glucosa por los músculos estriados o su producción hepática, estimula in vitro la liberación pancreática de glucagon e insulina. Por último, la ß-endorfina parece tener funciones de importancia en la regulación central de la glucosa, como lo indica el aumento considerable de concentraciones plasmáticas de la misma durante la hipoglucemia provocada por insulina.

Los opiáceos endógenos podrían tener funciones significativas en la respuesta a las lesiones, por sus efectos analgésicos, cardiovasculares, metabólicos y de modulación neuroendocrina. Queda por aclarar plenamente su función precisa en tal respuesta.

Los péptidos opiáceos endógenos actúan sobre las células adenohipofisarias siendo capaces de producir cambios en su morfología, como se ha visto tras la administración de met-encefalina (Valle y cols. 1988, 1990, 1991a, 1991c). Las encefalinas y endorfinas participan en la síntesis y/ó liberación de la TSH. La opinión más extendida aboga por un papel modulador (Judd y Hedge, 1983) o inhibidor (Bruni y cols. 1977; Van Vugt y Meites, 1980; Mitsuma y Nogimori, 1983) de las encefalinas.

Además, es probable que los efectos de los opiáceos endógenos y el TRH sean aditivos (Connors y cols. 1981). Los opiáceos endógenos pueden ejercer su acción tanto sobre el hipotálamo (alterando el turnover de dopamina, noradrenalina y serotonina) como directamente sobre las células de TSH adenohipofisarias (Valle y cols.1991a). Hemos de señalar, sin embargo, que los opiáceos endógenos sintéticos no modifican los niveles plasmáticos de TSH (Del Pozo y cols. 1980, Demura y cols. 1982).

La administración crónica de met-encefalina produce cambios ultraestructurales en las células tireoestimulantes y reducción en los niveles séricos de TSH; en estos procesos parece estar implicada la dopamina ya que la administración de antagonistas dopaminérgicos previene la aparición de dichos cambios (Valle y cols. 1991a). También la morfina produce una disminución de los niveles plasmáticos de TSH, si bien no parece producir cambios significativos en los niveles de hormonas tiroideas (Valle y cols. 1991b).



Endorfinas
Estas moléculas se encuentran implicadas en una gran variedad de situaciones. Se liberan con el ejercicio física y el orgasmo, y producen una sensación de placer natural a diferencia de algunas drogas. Combaten el estrés y mejoran la inmunidad (Cortesi, 2005).

Las endorfinas son un grupo de hormonas fisiológicas que ocasionan analgesia y una sensación de felicidad y relajación. Son los también llamados opiáceos endógenos, ya que producen los mismos efectos que los analgésicos derivados de opio. Según ciertos investigadores las endorfinas se liberan a la circulación cuando se alcanza el 76% de la frecuencia cardiaca máxima de entrenamiento. También se libera cuando la persona experimenta algún proceso agradable; la liberación de las endorfinas aumentará aún más esa alegría. Se ha observado que en la depresión, los niveles de endorfinas son muy bajos o incluso nulos. La liberación de estas hormonas tiene como fin contrarrestar el dolor o la sensación de cansancio extremo que el ejercicio intenso y prolongado produce en el deportista. Es esta otra causa de la dependencia que sufren estos pacientes. Cuanto más ejercicio realizan, mayor es la cantidad de endorfinas que liberan a sangre y por tanto, mejor se sienten. La consecuencia es que cada vez realizan más ejercicio físico para buscar mayor sensación de placer. A medida que pasa el tiempo, se requiere una mayor cantidad de endorfinas para poder soportar el dolor, y sólo se obtienen más con un ejercicio más prolongado e intenso, provocando una verdadera adicción a esta sustancia.



Mecanismo de acción

Las endorfinas son moléculas producidas por el Sistema Nervioso en respuesta a una variedad de estímulos, y se postula que serían ellas la cura que usa el organismo para los altos niveles de estrés.

Fueros descubiertas en 1975, y se vio que pertenecían al grupo de los neurotransmisores, moléculas cuya función es mediar la comunicación entre las neuronas. Al menos se han descubierto alrededor de 20 tipos de endorfinas, algunas localizadas en la glándula pituitaria, pero en realidad distribuidas por todo el cuerpo.

El estrés y el dolor son los estímulos más comunes que llevan a la liberación de las endorfinas. En el caso del dolor las endorfinas actúan sobre sus receptores en el cerebro para reducir la percepción de este dolor y causar analgesia. El mecanismo de acción y los receptores involucrados son los mismos que utilizan la morfina y la codeína, y es por esta razón que estas drogas producen una fuerte analgesia. La única diferencia es que con las endorfinas no se crea dependencia y con los opiáceos (morfina, codeína).

Además del efecto de disminución del dolor, la secreción de las endorfinas lleva a una sensación de euforia, modulación del apetito, liberación de hormonas sexuales, y fortalecimiento de la respuesta inmune

Los niveles de endorfinas varían de un individuo a otro, significando esto que si ambos ejercitan el mismo tiempo o sufren el mismo dolor, no necesariamente tendrán la misma secreción de endorfinas. Algunas comidas, como el chocolate, generan una mayor liberación de endorfinas. Esto explica como ciertos sujetos ante situaciones de estrés sienten una necesidad imperiosa de comer cholote



Liberación de endorfinas
Algunos investigadores sostienen que existe liberación de endorfinas durante el ejercicio físico. Esto se nota claramente cuando terminamos de hacer algún deporte por la sensación de bienestar que nos inunda

Se postula que durante el orgasmo, no importando la manera en que se consigue, hay liberación de endorfinas, y esto contribuiría a la sensación de placer que se experimenta durante el mismo.

Una función muy importante de las endorfinas es modular el dolor, tanto agudo como crónico. Para eso actúan a muchos niveles del sistema nervioso. Los mecanismos endorfinérgicos juegan un rol preponderante en la analgesia asociada con el estrés y la acupuntura (que actualmente está siendo muy exitosa para tratar los dolores en el SIDA), y posiblemente la analgesia de los efectos placebo. En el caso del dolor crónico se postula que las neuronas endorfinérgicas son vaciadas de este neurotransmisor, y muchas veces el sistema no puede responder a las demandas

La función endorfinérgica y la sensibilidad al dolor son seriamente afectadas por enfermedades afectivas y por la esquizofrenia

Este sistema de neurotransmisores también estría implicado en la atención selectiva, que es una especie de filtro sensorial de la información que captan todos los sentidos

La inmunidad se ve también afectada en un modo positivo, ya que esta se fortalece con la liberación de endorfinas, especialmente la inmunidad celular por linfocitos citotóxicos y células natural killer.

Se piensa que durante los accesos de risa se liberarían endorfinas, explicando el placer que experimentamos al hacerlo.

El sistema de neurotransmisión endorfinérgico está implicado en muchos procesos, siendo los más importantes la modulación del dolor, la analgesia, y el combate del estrés. Su liberación está aumentada durante o al final del ejercicio físico, por lo que sería aconsejable que al sentir estrés no recurramos a fármacos adictivos (como las benzodiazepinas) sino al ejercicio físico. Esto sería una manera natural y saludable de lidiar con los problemas cotidianos.



CHOCOLATE

...voy a llenarme la boca de inspiración y a dejar que mis endorfinas se disparen. (...)

... Mis glándulas salivales se han activado para detectar ese sabor dulce, suave que percibo en la punta de mi lengua y noto que me invade una sensación de bienestar, de placer; me deleito en el sabor, el aroma invade mi sentido olfativo, me siento más relajada mientras apuro la mezcla del chocolate derretido en mi boca junto a la saliva y aprieto la lengua contra el paladar para captar todo el sabor. El chocolate, mi gran amigo, injustamente tratado y símbolo de pecado y deseo. Hoy quiero rendirle mi humilde homenaje y colocarlo en el lugar que se merece. Procede de la manipulación de las semillas del cacao, un árbol nativo del sureste de Méjico. Ya los mayas consumían un brebaje amargo hecho de estas semillas, pero no quiero alargarme con su historia, llena de anécdotas interesantes; prefiero hablar de sus propiedades, que son más beneficiosas que dañinas. Se dicen muchas cosas de él: que es adictivo, que es sustituto del sexo, que es estimulante. Todo ello cierto.

El chocolate hace que se produzca la liberación de sustancias químicas en nuestro cerebro que se llaman endorfinas y que actúan como inhibidoras del dolor, es decir, como analgésicos y sobre las emociones fuertes, produciendo sensaciones placenteras. Estas sustancias son liberadas en mayor medida cuando nos enamoramos, practicamos el sexo y tras el parto.

¡Y cuando comemos chocolate!
Ayer compré una tableta (por no decir que fueron tres) cuando regresaba a casa. Era una tableta de esas finitas, de chocolate con leche de la marca habitual del supermercado. La abrí mientras conducía porque tenía hambre y no quería esperar a llegar a casa para comer algo. Fue tanto mi deleite y mi satisfacción que arrasé de un tirón con media tableta mientras bendecía a aquella milagrosa sustancia que hacía que el final de mi jornada laboral me supiera igual que el de un viernes a última hora (también hay activación de las endorfinas en estos casos).



BAÑOS DE LUZ

Hoy quiero salir y darme un baño de luz; dejar que me abrace, que me llene de vida. Porque el sol es vida, es salud. Y también es cáncer de piel, cierto, pero tomando las debidas precauciones y no abusando, hará que nos sintamos más alegres, más llenos de energía, con mejor cara. La luz del sol es tan necesaria para el ser humano como lo es dormir por las noches.

La luz del sol afecta a muchos procesos que se desarrollan en nuestro organismo y que tienen que ver con un correcto funcionamiento de nuestro Sistema Nervioso. Es importante en el desarrollo de las enfermedades, ya que es capaz de destruir bacterias; Interviene en la regeneración celular. La cantidad y calidad de la luz afecta al ánimo, ya que ésta afecta a la cantidad de serotonina, la también llamada hormona del humor y del placer, que participa en los procesos relacionados con los estados de ánimos, así como en la inhibición de las funciones que intervienen en el sueño.

Hoy saldré a la calle, miraré hacia arriba y dejaré que los rayos ultravioletas atraviesen mi piel, que la vitamina D realice su síntesis, que descienda mi tensión arterial, mi respiración se vuelva más lenta mientras aumenta mi capacidad torácica, que se tonifiquen mis músculos, que se calcifiquen mis huesos, que mi sangre fluya ligera por todo mi torrente sanguíneo y se cicatricen mis heridas.

Hoy los colores serán más brillantes y esto hará que mi humor mejore, que me encuentre positiva, despierta, que mejoren mis reflejos, mi capacidad de concentración y de decisión.


Hoy voy a darme un baño de luz!!!